Cerdaña es más grande de lo que parece, lo digo porque la isla es grande, pero las carreteras que tiene la hacen enorme. La mayoría son carreterillas comarcales y con suerte alguna carretera Nacional de segunda.
La isla es muy verde y montañosa, además de tener playas de aguas cristalinas y arenas suaves (algunas son de piedrecillas); y está sembrada de restos de la civilización de los Nuraghi.
Hemos visto los restos de varios nuragi y necropolis muy chulos, difíciles de encontrar pero muy chulos.
Lo que falla en Cerdeña son las ciudades. Cagliari podría estar bastante bien, pero está en plena decadencia, tiene posibles y podría ser una especie de Lisboa u Oporto, porque la Ciudad tiene casco histórico y barrio marítimo, calles bastante monas y restos de muralla y castillo, pero las casas se caen a pedazos, las fachadas están completamente desconchadas, está llena de grafitis sin ningún atisbo de arte, el paseo marítimo esta sucio, vamos, una ciudad gris y mediocre. Pero con una buena rehabilitación del caso histórico y barrio marítimo la ciudad estaría muy bien. Aquí pasamos la primera tarde-noche, como la ciudad no tenía gran cosa decidimos ir a cenar a un pueblo de las afueras, pero fuimos a parar al único pueblo que no tenía ninguna pizzería.
Al día siguiente fuimos de Cagliari a Alghero por el interior, paramos a ver restos de Nuraghis y los pueblecitos del interior. Mucho verde, muchas ovejas, carreteras con muchos baches, algun problema para encontrar las ruinas pero paseito chulo. Y después de un gran día de coche llegamos a Alghero.
Alghero, es la ciudad más chula, pero el casco histórico tiene cuatro calles, vamos que si te despistas te sales. Allí es donde más vida nocturna encontramos además de pizzerias y restaurantes, bares de copas. Además pillamos una procesión de Semana Santa, muy sobria.
La zona del norte está liderada por el pueblo de Castelsardo, según dicen las guías uno de los pueblos con más encanto de Italia. La verdad espero que esto sea mentira, porque es un pueblo que tiene tres calles monas y un castillo museo, pero poco más.
Al día siguiente nos dirijimos a la zona noroeste: Olbia. Y como su nombre indica se puede Olbiar, porque no tiene nada, me recordó a las capitales de lanzarote y fuerteventura. Pero de camino vimos una la Iglesia de la Trinidad que sale en todas las postales y está muy bien.
En esta zona está la Costa Esmeralda, que tiene playas de ensueño, como las que hay en las baleares, pero las poblaciones que hay son prefabricadas, son urbanizaciones-hoteles para ricos con tiendas carísimas, cuando digo carísimas, quiero decir carísimas. Y ña más conocida es Portocervo.
Seguimos por la zona Este, dormíamos en Arbatax.
La zona este es muy chula. Orosei me ha encantado es un pueblo muy mono y tiene cosillas para ver y comer, además de una playas muy chulas (golfo de Orosei). Aunque a algunas de estas playas solo llegas en barco, así que esas las tendremos que ver en otra ocasión, de hecho si volviese a Cerdeña me alojaría en la zona Este.
Y las playas de Arbatax también son ideales, además nos alojamos en un hotel precioso y de trato exquisito El vechio Molino, si vais hay que alojarse aquí. En estas playas estuvimos un rato tomando el sol y hasta nos bañamos, mejor dicho, activamos la circulación, porque el agua estaba gélida.
Y aquí se nos acabó el viaje, dirección Cagliari, pasando por PULA (pero tampoco merece la pena) y avión de vuelta.
La verdad es que nos hemos reído mucho y nos lo hemos pasado bien, no olvidaremos al pastor pastoreando las ovejas con su motocarro, ni las cúpulas sardas de los Nuraghi, ni la inauguración del día de los felices.
31 de marzo día Internacional de los Felices José y Yolanda...
