Se me pasan los días como churros, y no me doy cuenta.
Ahora empiezo a comprender a la gente que me rodea cuando dice que el tiempo pasa muy deprisa. La verdad, el tiempo pasa muy deprisa.
Este fin de semana hemos estado por Valencia de nuevo, asistiendo a la boda de una amiga. El caso ha sido un popco catastrófico, José se hizo un esguince antes de llegar a la Iglesia. Y yo nada más llegar al banquete, le tiré una copa de vino por encima a la novia, para matarme. Pero hemos sobrevivido, la novia no me mató y José fue al día siguiente a urgencias y le enyesaron el pie.
Total fin de semana de Chófer, y lo que me queda.