jueves, 14 de enero de 2010

¡cómo empieza el año!

Pues yo lo he empezado con amigdalitis aguda.
Nada que no cure el antibiótico, ibuprofeno y sudar las fiebres...
Pero el mundo lo ha empezado peor que yo, catastrofes humanitarias, climatológicas y económicas...
Y para colmo los primeros despuntes de normalizar la xenofobia en nuestro pais, con alcaldes que interpretan la leyes ilegalmente para hacer y deshacer a su antojo. Ahora no me vales y eres una carga, pues no te reconozco. Como si dejar de empadronar a una persona la hiciese desaparecer del mapa... Si no los empadronamos, no tenemos que educarlos, ni sanarlos, ni protegerlos... Mucho mejor la ciudad con personas analfabetas, sin asistencia médica y que se sientan más parias que nunca de esta sociedad.
Qué ventajas ven en no empadronar a la gente? que no producen gasto público? Eso no se lo cree ni Dios, qu eno los reconozcamos, no quiere decir que no vayan a producir gasto. ¡Tela, lo cerca que están las teorias de Hitler en ponerse de moda de nuevo!

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